domingo, 27 de marzo de 2016

Charlatanes, buhoneros y comerciantes de elixires milagrosos.

Pintona Pinturera, a la caza de fauna mosquera.
Charlatanes, buhoneros y comerciantes de elixires milagrosos.


Reviso mi colección de cañas de mosca, arrancadas de las manos de los incautos pescadores que quisieron darme caza. Inocentes pescadores de seca y ninfa, inocentes por creer que no les podría expulsar mi urea en sus rostros barbudos, quedándome con sus preciados tesoros con garantía “de por vida”.

¿Quizás doble inocentes? mejor babayos, bucéfalos y mastuerzos… ¡triple inocentes!, van a sacarme fuera del agua ¿a mí?, van a vencerme por poner un terminal grueso, ¿a mí?, ¿cañas con garantía de por vida?, permitidme una enorme y reverberada carcajada.

Sigo llorando de la risa al ver que continuamente los mosqueros siguen picando ante las burdas y simples técnicas de venta con engaño y alevosía, elixires que curan el dolor de boca, cabeza y alma, alejando además el mal de ojo.

Cañas con garantía dicen muchos, de por vida, de dos años, de cinco; en caso de rotura de cualquier tramo deberá ponerse en contacto mediante correo electrónico o formulario “x” justificando que la rotura ha sido en acción de pesca, adjuntando el tramo roto y por los euros que suele valer un tramo de tu caña, te lo reponen sin miramientos.  ¿Acaso no estaba ya pagado?

Carretes en polialeaciones con mucho titanio, aluminio o duridio, mucho diseño, mil agujeros y brillos, a los que cual urraca deslumbrada, los torpes mosqueros adquieren con garantías perpetuas para tener que tirarlos al año por oxidación de piezas inoxidables. Estúpidos compradores de diseño americano y europeo fabricado en paraísos de la mediocridad y explotación consentida, revendidos varias veces de unos a otros aumentando su valor hasta volver a pagar “lagarantía”.

Veo desde mi hogar azul algunos catálogos, mailings, campañas y propaganda barata en perfiles de Facebook donde palurdos disfrazados de inteligentes dan “me gusta” a engañifas enmascaradas y palmean un mercadeo del embuste permanente, donde simplemente los charlatanes de la red sobreviven con la picardía remando a su favor.

Esas extrañas prendas que se ponen para entrar en el río adquiridas a precio desorbitado, costuras termo selladas y 18 capas, con entrada de agua garantizada en un porcentaje muy alto de los casos, achacando a las deformidades humanas o el mal uso el motivo de la no garantía ya pagada.

Postventa llaman al discurso fariseo y al trilerismo donde los ganchos son los mismos estafados; percebes y zopencos humanos autofidelizados a base de creer discursos repetidos hasta la saciedad y tipificados en cualquier manual o curso de ventas.

Creadores de bandos y guerras civiles económicas que despistan, donde los cursos y exhibiciones gratuitos de cualquier tipo envuelven más y más a los memos uniformados de goretex, en un entorno ultramercantil consentido.

Humanos bodoques y borregos; que orgulloso estoy de ser un pez, muy inteligente por cierto y a la par crítico con quien aún no ha sido capaz de engañarme. En mi sabiduría extrema hablo de charlatanes, buhoneros y comerciantes de elixires milagrosos, no de decentes tenderos; sería arrogante por mi parte pensar que todos son iguales.

La Pintona Pinturera

4 comentarios:

  1. Perro ojos de congrio, hijo de puta.

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  2. Eres un fanegas caveza sisón. Amelonao...

    Benigno.

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  3. Algo de razón no te falta, hay mucha boberia en el mundo del mosquero, veo que tienes amigos jjjjjj

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  4. Algo de razón no te falta, hay mucha boberia en el mundo del mosquero, veo que tienes amigos jjjjjj

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