domingo, 14 de enero de 2018

Luchar contra la caspa

Hay una parte en la labor crítica que realizo que es de interés general porque redime a la humanidad de parte de la mucha necedad que nos acecha, que algunos estarían dispuestos a publicarla, que otros la publican, pero siempre con un cierto temor de ser respondida. Un dato anecdótico que se produce al señalar que estamos rodeados de auto-idolatrados es que, de vez en cuando, alguno se reactiva con fuerza en su creencia de que la exposición de su arrojo intelectual (provocado en grado sumo por su ego y por su escasa perspicacia), les hace asumir como propios gran parte del contenido de mis escritos. Digamos que son daños colaterales que terminan por abrasar su propia morada y les lleva a demostrar que lo mejor que saben hacer es el ridículo.

Hay otra porción que utilizo para aminorar el efecto que sobre los incautos puede producir el atrevimiento de gente que no respeta la razón pero pide con gran impertinencia que se respeten sus fantasías.  La ambición para la que no se tiene talento es un crimen. Su atrevimiento y su ignorancia retestinan cualquier mentalidad incauta como el chapapote lo hace entre las rocas de los acantilados después de un vertido, un grave problema que puede producir cierta persistencia si no se utilizan los productos indicados para su eliminación ya que suelen ser majaderías poco biodegradables.

Y existe también una gran proporción de reconocimiento mutuo entre los que comprenden que mis escritos y sus intenciones no tratan más que sacar un rato de distracción, levantar alguna sonrisa de complicidad e intentar provocar alguna reflexión crítica.

Al margen quedan aquéllos para los que no escribo pero son los que con más avidez me leen, los que no están dotados para otra cosa que no sea desarrollar su narcisismo y sus intereses. Tengo claro que mis textos no están comprendidos bajo el proverbio latino erga omnes, nunca ha sido mi intención y para disfrutar de este blog hay que estar por encima de la inquina que genera la mediocridad. Este es un género de personajes que podría encuadrar dentro de una nueva conducta que denominaría “mermado-masoquista”, pero en realidad son casposos venidos a más y, como todos sabemos, que el que nace capacho muere serón.

sábado, 9 de diciembre de 2017

Pescando con lobos

El rizo ya está rizado, hemos llegado a un punto de imaginación en las descripciones de las jornadas de pesca que se publican en muros y blogs que ya no hay quién se las crea.

El nutrido grupo de humoristas que forman Muchachada Nui lo reflejaron perfectamente en uno de sus más memorables sketchs: Invent Man. Que se resumía en que si tienes una vida triste y monótona, lo mejor es que te inventes otra paralela, y de vidas paralelas que se hacen públicas tenemos a nuestra disposición un gran repertorio.

Por lo tanto permítanme, queridos lectores, que manosee un poco la mentalidad de todos aquéllos que se han creado un personaje en las redes sociales para que, además de por otros oscuros intereses, los demás sientan admiración por ellos. Lo haré imitando su prosaica literatura.

De nuevo regresé a las montañas de Patagonia en busca esos paraísos de pesca que ya no existen más que en la imaginación de los que todavía la usan para no engañar a los demás. Dejaba atrás el mundo de cotos intensivos en el que me labré la fama gracias a las maravillosas fotografías que …, paparruchas.

Tras aquella cebada hubo otra, las truchas parecían de gran porte por la forma de embocar las moscas que continuamente bajaban sobre la película del agua, las capturas se sucedían al mismo tiempo que mis movimientos se acompasaban con los de la cinta continua de agua de tal forma que mi cuerpo era parte del río, me sentía como si…, chorradas.

Os voy a relatar otra bonita jornada en el río tántrico, hoy he venido con mi amigo Palomero y esperamos tener un buen día de pesca, como nos tiene acostumbrados, en sus maravillosas aguas color turquesa. (…)¡Mirad la primera pintona que ha tenido a bien coger mi mosca!, ¡mirad que bonita! Mi compañero ha pescado otra un poco más arriba…, cursiladas pretenciosas.

La trascendencia de los claros (o los oscuros) en pequeños regatos (o grandes ríos), y la importancia (o la intrascendencia) de donde situar nuestra mosca en el agua (o en un árbol) depende de nuestra ubicación en el río, de la altura del sol, de cómo sople el viento, de la colocación de los peces, de la época del año, de la presión atmosférica, de la humedad relativa, de las últimas lluvias, de la temperatura del agua, de…; un dechado de precisión.

En esas estamos, cercados de osados que propagan su vacuo mensaje sin moderación y conocimiento, y aunque creíamos haber avanzado lo suficiente como para tener nuestro propio criterio, no está de más implorar a los santos del cielo para que lo mantengamos y nos libren de ellos y de sus amenazas.

Letanías de los que están en los cielos*.
•    Por los querubines: Dadnos, santos del cielo, claridad de juicio
•    Por los serafines: Dadnos, santos del cielo, rigor científico.
•    Por los tronos: Dadnos, santos del cielo, un cuerpo de doctrina.
•    Por las dominaciones: Dadnos, santos del cielo, mucho discernimiento.
•    Por las virtudes: Dadnos, santos del cielo, la capacidad de relativizar.
•    Por las potencias: Dadnos, santos del cielo, una visión global bastante aproximada.


* De la película "Amanece que no es Poco". Jose Luis Cuerda

lunes, 27 de noviembre de 2017

Nosce te ipsum

He observado que mi estado de ánimo al escribir no depende de con qué pie me levanto, sino que lo hace según el lado en el que me recuesto en la cama al dormir.

De tal forma que, si me reclino sobre mi costado derecho, al día siguiente la acritud impregna mi retórica, y si lo hago del lado contrario el humor vence al desabrimiento. Por lo que es fácil deducir que cuando duermo decúbito supino inconscientemente mezclo las dos cualidades más comunes en mis párrafos (para los interesados nunca duermo decúbito prono por lo que pueda pasar).

He observado que del mismo modo mi microbiota intestinal influye decisivamente en el equilibrio estructural de mis diatribas, ya que no es lo mismo cenar un par de huevos fritos con torreznos y chorizo -acompañados de una buena sartenada de patatas y un buen tinto-, que una triste sopa de fideos de sobre. En el primer caso imagino felices a todos mis microorganismos residentes en una gran fiesta gastronómica que destila bienestar en mi cerebro, mientras que en el segundo los imagino tristes y desabridos, transmitiéndome pocas ganas de ser considerado y apacible.

No hay como conocerse a sí mismo para poder comprender a los demás, investigar en su forma de dormir, de comer y cómo éstas influyen en su manera de expresarse y actuar ante el mundo en las ventanas virtuales que tan generosamente nos regalan los que se enriquecen a costa del talento ajeno.

Así que bajo este punto de vista onírico-gastronómico, he realizado una pequeña categorización de los pescadores que a bien tienen demostrar su naturaleza como resultado de las características de pitanza que ingieren.

  • El tripero es un individuo que se alimenta de lo que le facilitan los demás, vive de pegar manga, de que le lleven en coche al pesquero y allí le den de comer. Debido a la variabilidad de los contenidos de su alimentación, de la mezcla de grasas y de las libaciones etílicas –que le son inherentes-, su dieta es una sucesión de excesos amparados por su concepto vital de no saber si existe un mañana; lo que le provoca un profundo sueño del que solo sale para decirte: “Vale, déjame 20 euros”.
  • La RAE dice que el estomago agradecido es una persona que responde con sus servicios a ciertos favores o beneficios materiales recibidos. En este ocasión, esta definición yo la mutaría por un nombre compuesto por un verbo y un sustantivo un tanto soez. Por lo tanto podemos suponer que los que se incluyen en este apartado duermen con un cierto mal sabor de boca después de tanto tragar. En todos los círculos sociales existe alguno, que tendría poco trabajo si no hubiera tarados tan aficionados a ser adulados.
  • Sólo realizando un cambio de verbo en el nombre compuesto aludido en el párrafo anterior, nos aparece la definición de otro comensal frecuentador del río, el empachoso. Su estupidez le lleva al resentimiento y éste a las malas digestiones, por lo que genera excesiva producción de bilis. Es fácil cuadrar la ecuación con noches llenas de pesadillas relacionadas con obsesivas venganzas.
  • El personaje del catacaldos es común en el mundillo de la pesca, ahíto estoy de aquéllos que demuestran lo bien que lo hacen todo lo que hacen mal. Sin duda es un personaje de sueño ligero y de insomnios tomentosos por mor de los ataques flatulentos del querer y no poder. Los nuevos materiales de montaje, aunque vistosos les juegan malas pasadas y últimamente se ve mucho engendro fotografiado, se nota que se saltan lo básico para empezar por el final.
  • Un pancista nunca dice que no a lo que le ofrecen para yantar o libar. Nunca se sacia y siempre hace coincidir su presencia con algún acto en el que el condumio ande presente, todo lo que le entre por el gañote es bien recibido. En el río es el último que se va, el que lo cierra, el que le da miedo dormir porque sabe que en sus sueños los peces tampoco pican.
  • El glotón es aquel que come sin moderación lo que le gusta, no sale nunca de la misma poza, rasera o corriente, así que si pensabas pescar aquel recodo que un día conociste y te encuentras alguno de estos ejemplares, despidete de pescarlo. Sueña encontrarse con un jornada en el que las truchas sean tan glotonas como él, pero nunca lo encontrará mientras siga atornillado a su postura.
  • Sueña con alcanzar los mas altos estadios de la pesca y por eso el Rebañaorzas expone sin moderación sus vulgares hazañas en lugares secretos que difunde a los cuatro vientos. Iluminado por su asaz falsa modestia, hace proselitismo de lo evidente y se cree envestido de la saya del gentilhombre. Cuando en su descanso cesan sus ansias de protagonismo, su delirio onírico, fruto del exceso de colesterol en su dieta, maquina pueriles trabajos mediáticos que abochonan a los incautos que se ven atraidos por sus cantos de sirena.
También existen aquéllos que llevando una dieta equilibrada llegan a un regulación intestinal que les mantiene clara de ideas la cabeza y saben aprovechar su tiempo en otros menesteres que no son hacer la vida un poco peor a los que le rodean, pero de ellos no escribo en este blog

Nadie se conoce a sí mismo hasta la primera resaca o el primer retortijón, es sabido que los malos momentos son los que nos hacen evolucionar tanto como pescadores como personas, después de una mala noche vendrá un día peor, después de una mala jornada de pesca puede venir una mejor –o no-; pero pocas cosas son mejores que acostarse con el buen sabor de boca de tener colocados a cada uno en su sitio.

Yo, la verdad, estoy encantado de conocerme.

domingo, 12 de noviembre de 2017

Los óvalos, las equis y las zomas, o la irascibilidad de las bilis obsesivas


Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?”
Catilinarias, Cicero

La, le li lo lu
el lelo que piensa que fuiste tú…
la, le, li, lo, lu la zoma de entrance
que pescas tú…
la, le, li, lo, lu
There´s no one more tolimo than you.

Después de un largo paréntesis retomo mis lecciones de antropología social para poner de relieve nuevos hallazgos en relación a las culturas del magdaleniense en el delta del Nilo y el delta del Albardana.
Como Uds. recordarán, en anteriores entradas pudimos analizar las voluptuosidades de las mentes circulares de los nuer y su influencia en la pesca
 (ver http://elmosqueropetulante.blogspot.com.es/2014/08/los-conos-los-bichos-del-rio-o-las.html ).
En mis digresiones pretéritas, me hice eco de los nuevos descubrimientos del prof.Müller-Steinhauer y deje la puerta abierta a nuevas novedades que pudieran surgir en los yacimientos ubicados en la rica zona en vestigios del paleolítico medio comprendida entre Abu-sin-bel y Torrubia de los Llanos.

Recientes hallazgos del profesor Helmutt V. Hewttingërn, de la Universidad de Stoongrönderr han puesto en jaque las tesis, ya clásicas, sobre la tipografía y el efecto de las bilis en la sinapsis neuronal de los pescadores-recolectores del magdaleniense enunciadas por el profesor emérito del Dpto. de Antropología Social Comparada Severino Carapobre, a la luz de nuevos vestigios descubiertos en excavaciones al norte del delta del Albardana. Según la tesis central del sistema del Dr. Carapobre, sic. “las bilis afectan a la proto escritura simbólica de los pueblos pescadores-recolectores al sur de los deltas del Nilo y el Albardana”. Esta conclusión extraída tras someter al carbono 14 los restos domésticos de varios núcleos habitados cerca de Minglanilla y datados en el 22.000 AC (entre los que se hallaron pipas de melón ronchón y trazas de atascaburras)
Fig.1: Habitantes actuales del  Acebrón en una corraliza hartos de melón
ronchón y atascaburras
llevaron al profesor Carapobre y su equipo a sostener que la dieta rica en ronchón y gachas con tajás era la causa del exceso de bilis encontradas en los yacimientos estudiados. Estas excrecencias y el ardor de estómago habrían generado, según el profesor Carapobre, una simbología tipográfica única representada en las litografías halladas en la zona, en las que predominaban los símbolos circulares-ovalados, las formas en “X” y los triángulos (que denotaban una extraordinaria influencia de las voluptuosidades de las mentes circulares de los nuer) -para obtener más información al respecto, ir al artículo citado con anterioridad-, síntoma este inequívoco, según el profesor Carapobre de, sic. “la crispación producida por el ardor de estómago y la acidez inducida por un hartón de melón ronchón y  aceite frito con tajás”.
Fig. 2. Compendio de símbolos tallados en cortezas de melón
de los habitantes del magdaleniense en los deltas
del Congo y del Riánsares descubiertos por el profesor
Carapobre en sus investigaciones.

Sin embargo, como ya ha sido anticipado unas líneas más arriba en este artículo, los nuevos descubrimientos realizados por el profesor Helmut V. Hewttingërn, de la Universidad de Stoongrönderr, al norte de los deltas del Nilo y el Albardana ponen en entredicho las tesis sostenidas por la tradición anterior.

Según los primeros indicios apuntados, ya en 2014, por el profesor de la universidad West Membrilla Sebastián Cascaembalde, podrían haber existido poblaciones relictas de individuos mucho más al norte que mostraran evidencias de acumulación de bilis en el mesoencéfalo y el cuerpo calloso. Estos individuos pertenecientes a bandas de pescadores a mosca, según los restos hallados, mantenían una dieta alejada del consumo de melón ronchón y atascaburras y de los que tenemos certeza que no tuvieron contacto cultural con las tribus al sur del delta del Nilo y el Albardana, y sin embargo, y he aquí lo más sorprendente de la cuestión, los restos litográficos descubiertos presentan una obsesión compulsiva a la hora de pintar óvalos y “X” en las escenas de pesca que describen los petroglifos producto de su cultura, muy similares a los utilizados por aquéllos.

Un intenso año de excavaciones y estudios por parte del profesor Hewttingërn, que dejó arriñonaos a los del azaón –lo que motivo que sus más allegados colaboradores le bautizaran como “Pataliebre”-arrojaron evidencias materiales en apenas doce meses, y en el 2015, pa'después de la vendimia,  la hipótesis del profesor Cascaembalde obtuvo las pruebas empíricas que la avalaban de manos de Pataliebre y su asombroso hallazgo. Según las pruebas aportadas por el profesor Hewttingërn la hipótesis de su colega Cascambalde estaba en lo cierto, pues pudo relacionar dos escritos con idéntica tipografía de lo que aparentemente eran dos individuos distintos, pero que a la postre estudios pormenorizados rebelaron que se trataba del mismo hinchao de bilis, que tan pronto pintaba tontunas en litografías de piedra que describían escenas de pesca con círculos y “X”, como soltaba bilis en dibujos de antiguos poblados situados en las inmediaciones de Villaseca de Ludones, y en ambos casos con la misma tipografía, lo que no arrojaba dudas a la hora de identificar al autor como el mismo individuo. Adicionalmente, y como segunda prueba material, descubrió un cráneo en perfectas condiciones de conservación cuya capacidad estaba sic. “por cima de la arroba y media(…) como la cabeza un sisón” y que era la prueba definitiva de que algunos miembros de bandas de pescadores a mosca al norte del Albardana eran capaces de acumular bilis en el encéfalo de forma espontánea al margen de la dieta, lo que les llevaba a experimentar delirios, desdoblación de personalidad, bilocación y obsesión compulsiva a la hora de representar óvalos, “X” y triángulos en sus pinturas, amén de echar hiel por un colmillo.
Fig.3. Representación gráfica de individuo con el zurriago hinchao como
un botillo, colmado de bilis, perteneciente a la cultura de pescadores
a mosca al norte del Albardana, hallados en las inmediaciones de
Villaseca de Ludones, según el profesor Helmutt V. Hewttingërn Pataliebre.
Las pruebas materiales obtenidas, zanjaban la cuestión de modo definitivo y echaban por tierra las teorías del profesor Carapobre, pues había sido constatado que el uso de círculos y “X” en las representaciones tipográficas del magdaleniense  no se circunscribían exclusivamente a las tribus ubicadas al sur del delta del Nilo y el Albardana, y lo que es más importante, la acumulación de bilis, causa del desarrollo de tan peculiares tipos, no podía ser sustentada únicamente en una dieta basada en melón ronchón y atascaburras, pues había sido constada la existencia de pescadores mucho más norte que utilizaban tan peculiar simbología para relatar sus experiencias de pesca y acumulaban bilis al margen del consumo de melón ronchón y gachas con tajás.

Este excepcional descubrimiento le ha valido al profesor Hewttingërnen los últimos meses  multitud de reconocimientos por parte de la comunidad científica y varios premios de gran prestigio en el ámbito de la Antropología Cultural Comparada, como el premio Bronisław K. Malinowski de Antropología Social otorgado por la Universidad de Tübingen, el premio al mejor investigador del año en el área de etnografía y antropo-paleontología de la Universidad de Könisgberg, además del premio “Pernil y caña lomo” otorgado por la Universidad Midle-East Totana.

Hasta aquí mi pequeño espacio divulgativo dedicado a la antropología cultural. En próximas entregas les mantendré al corriente de las nuevas líneas de investigación abiertas por la profesora Jacinta de Lomo que profundizan en los descubrimientos del profesor Pataliebre y que están centradas en indagar la relación entre la tontuna, las bilis y el desdoblamiento de personalidad en las antiguas tribus al norte del delta del Albardana y que si finalmente llegan a buen puerto serán el espaldarazo definitivo a la hipótesis que pergeñó en su día el profesor Sebastián Cascambalde y podrían suponer que la profesora Jacinta de Lomo se postulara como una firme candidata a la obtención del galardón más prestigioso del ámbito de los estudios en antropología social de la Manchuela: La medalla de la longaniza.

domingo, 29 de octubre de 2017

Pintona pinturera la caza de fauna mosquera. Reunión de dinosaurios en Ambulatorio de Hormigo 2017

Reunión de dinosaurios en Ambulatorio de Hormigo 2017

Colaboradores¡Los dinosaurios existen! ¡y se reúnen!

Como si de una concentración de moteros canosos se tratase, el pasado fin de semana se reunió lo más rancio y añejo del mundo de la pesca a mosca en la localidad de Ambulatorio, a orillas del río Hormigo.

Como nómadas sin rumbo y acudiendo a la llamada anual de las feromonas del ranciocinio, juntáronse los despojos de una estirpe de mosqueros cuyo nombre ya pocos recuerdan y que en su momento despreciaron la calidad por cantidad… que pobres y ambiciosos intelectuales.

Los manidos temas de conversación, dieron paso a los gastados hábitos sin sorpresa, colección de ojeras, barrigas, años y despuntante caducidad.

Comida, bebida y retroalimentación de historias de batallas más viejas que la orilla del río, cuando
nadie sabía lanzar, cuando nadie sabía montar moscas, cuando nadie sabía nada.Viviendo de los recuerdos de grandes reuniones con grandes expertos y después rememoradas en la apestosa hierba, con líneas sin vida y pompones en blanco y negro.

Los dinosaurios si no desaparecieron, desaparecerán y sus reuniones serán recordadas como la llamada a ese cementerio de elefantes donde ya solo quedan huesos, algún pellejo y un atisbo de verde melancolía.

¡Yo misma les pude ver desde el río!

domingo, 15 de octubre de 2017

La mirada de los otros

Hace poco cayó en mis manos un plano (la verdad es que no sé si definirlo así) de cómo un inextricable, excéntrico y atribulado autor explicaba al mundo cómo debería ser el abordaje de un tramo para pescar la trucha a mosca en una zona de río de montaña a través de una fotografía esquematizada con textos e indicaciones gráficas.

Además de causarme su cándido arrojo una ternura casi pueril, no puedo más que admirar la capacidad del autor para ver en tres dimensiones lo que se soporta sólo en dos y considerar vana su inocente pretensión de que todos interpretáramos el plano a través de su mirada; casi sin querer la fotografía evocó en mi imaginación varías imágenes que darían para guionizar más de un programa de ciencias ocultas o parapsicología, pero  quién sabe… ¿alguno conoce al piloto de la nave del misterio?

El plano vino acompañado de un texto que aclaraba todo y que rápidamente puso límite a mi alucinación ya que definía a la perfección el contenido de la estampa: “Plano del aterrizaje en Marte”.

No es que tenga animadversión a la innovación ni a los que con ella quieren pasar a la posteridad, pero creo que hacer una oportuna crítica –y publicarla, ya que son multitud los que las hacen en privado- a los desvaríos de un  visionario, es una labor que me corresponde ya que me gusta la comedia. Desde otro punto de vista su trabajo sería difícil de entender.

No me ha costado mucho encontrar en la obra de otro gran comediante un argumento que encaja en parte con su trayectoria:
http://www.tvpublica.com.ar/programa/73173-2/

domingo, 24 de septiembre de 2017

La desmesura

Parece imposible que nuestra especie haya salido de la molicie inherente a su fatum. Somos de natural relajado, si tuviéramos la certeza de tener resuelto el peculio y careciéramos del miedo que nos han inculcado desde que empezábamos a pensar (e incluso antes, ya que algunos gremios llevan muchos siglos preocupándose de que no lo hagamos por nosotros mismos), no moveríamos ni un dedo a no ser que fuéramos a hacer algo que nos produjera algún tipo de satisfacción. Si a esto le añadiéramos la posibilidad de que –dada esta supuesta circunstancia- fuéramos bastantes menos los que pudiéramos abusar de la abundancia del planeta, seguramente no me habría dedicado a escribir este blog y no estarías leyendo los devaneos de mi teclado.

Pero el destino de nuestro linaje en algún momento cambió y comenzó una competencia en la que nunca sabremos quién es el verdadero adversario porque seguramente se nos metió dentro.  Algo nos transformó hasta el punto de que ya no hace falta que nadie imponga un censor para que limite nuestra independencia personal.

Ya quedan pocos que hagamos nuestra esa maravillosa frase de “a mí que me dejen tranquilo”, entendiendo la vida como un lugar sin complicaciones y sin saber (ni querer saberlo) que es lo que hacen los demás, ahora no nos escapamos de saberlo todo y de tener una opinión, aunque sea impuesta o elegida en uno de tantos escaparates.

Dejadme, por favor, disfrutar de la pesca sin aditivos, sin sobre-motivaciones, sin competencia, sin intromisiones comerciales, sin vigilancia y sin pregoneros. Sin el exceso de datos, ni de opiniones apadrinadas y de manipulaciones: dejad que vuestra influencia no impida el deleite cuando pesco, dejad que me lleve el ocio y no el negocio (que al fin y al cabo en la negación del primero).

Es la parvedad de tiempo del que dispongo para abandonar tanta desmesura.