miércoles, 25 de junio de 2014

El ocio contra la pesca

Durante los años 80 del pasado siglo, algunos investigadores sociales sostuvieron que en las sociedades desarrolladas se encaminaban hacia una “sociedad del ocio”: gracias a los avances tecnológicos, el trabajo quedaría reservado a las máquinas, mientras que la intervención humana en el proceso, cada vez más especializada, iría siendo paulatinamente más reducida y menos necesaria. Como consecuencia, se auguraba un aumento de la productividad a medio plazo (al fin y al cabo el fin de esta sociedad siempre fue la productividad y, como es sabido la productividad responde a la fórmula de producto dividido por número de productores) y con ello la liberación de tiempo de trabajo por tiempo de ocio.


El avance de la tecnología está provocando la aparición de un “tiempo libre obligado” cada vez mayor y para la persona que vive en una sociedad industrializada la facultad de usar el ocio se está atrofiando. Este tipo de persona teme el ocio porque lo enfrenta consigo mismo y trata de mantener su tiempo libre ocupado con asuntos que lo evaden de una realidad que le estresa y desagrada, como la pesca.

En este blog vamos estudiar la naturaleza, estructura, componentes y principios fundamentales de la realidad. Deberíamos preguntarnos por los fundamentos últimos de la pesca y de todo lo que la rodea. Del objetivo para lograr una comprensión teórica de la pesca y de los principios últimos generales más elementales de lo que hay, para tener como fin conocer la verdad más profunda de los ríos, por qué son lo que son; y, aún más, por qué son.

En tanto disciplina de la estructuración de la pesca material como un sistema natural de sustancias físicas, ya desde la antigüedad se solía cruzar con la filosofía de la naturaleza. La pesca es absolutamente contingente y no ha de adecuarse a orden racional alguno. El único conocimiento posible ha de basarse en la experiencia (intuición sensible), la distinción entre esencia y existencia es solamente una distinción de razón y de hecho cada existencia tiene su propia esencia.

Espero compartir con vosotros las ideas básicas que sustentan la idiosincrasia del pescador por encima del personaje que va a por peces en pos de sacrificar su tiempo de ocio.

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