Un experto es alguien que te explica algo
sencillo de forma confusa, de tal manera que te hace pensar que la confusión
era tuya. El origen de su aparición es un fenómeno sobre el que no se ha
informado correctamente, desde siempre ha existido esta figura que en ocasiones
se otorgaba como reconocimiento a una formación y de una trayectoria, pero gracias
a las facilidades de comunicación actual, algunos personajes han alcanzado la
cualidad de autoerigirse como tales.
En este artículo explicaré como se originan,
intervienen unos cuantos personajes que paso a describir:
El iluminado
Es un ser inmaduro con algún complejo, casi
siempre fruto de una adolescencia atormentada (lo que se viene llamando matarse
a pajas hasta que te abandonan los granos y ser la diana de las collejas de los
compañeros). En algún momento de su trayectoria vital ha sufrido lo que se
denomina una contingencia extracorpórea, algo poco estudiado por la ciencia que
en lenguaje vulgar se define como “a éste se le ha aparecido la Virgen”, aunque
casi siempre el que realmente se suele aparecer es algún santo de bajo rango en
el escalafón.
El iluminado es pertinaz, contumaz y hasta a
veces procaz en sus divagaciones desde el púlpito y como consecuencia su
discurso adquiere un cierto tono familiar que sabe que sus acólitos entienden sin
necesidad de muchas explicaciones, utiliza un lenguaje para iniciados. Observándole
de cerca se certifica que su estupidez le ha proporcionado un inaudito montante
de falsa modestia a la que acompaña un desmedido desarrollo del ego a la vez de
una notoria miopía que le impide ver sus graves carencias y defectos mucho mas
allá de donde le deja su ignorancia. Sin duda un elegido.
Los palmeros
Son rápidos eficaces y muy pelotas, a veces
rastreros y un poco babosos. Tienen respuesta para cualquier tontería que se le
ocurra al iluminado, aunque no la entiendan;
están prestos al “me gusta” sin necesidad de saber el contenido del
mensaje (así les estén llamando memos). Tienen la cualidad de estar todo el día
enchufados a la espera de la chorrada cotidiana y de leer en la mente del
iluminado cualquier idea, referencia o intención que les transmita, incluso las
que no les trasmite. A pesar de estas cualidades, no destacan por ser muy
listos, pero son indispensables para transmutar al iluminado en experto.
El público indolente
Ha perdido o nunca ha encontrado el listón y
cualquier cosa vale con tal de que distraiga. Bien puede ser un bodrio envuelto
en mediocridad y con un lazo de miseria intelectual o bien un texto con
pretensiones, exageraciones premeditadas y burdas pistas de paraísos pesqueros
sin descubrir que todo el mundo conoce y que serán machacados sin remisión por
oportunistas ávidos de “información reservada”. Mientras tenga fotos cualquier
publicación vale, y si además hay un vídeo grabado con un teléfono móvil por
alguien con un futuro chungo por causa de la enfermedad de Parkinson, mejor. Se
ha cambiado la calidad por la cantidad, los iluminados tienen una factoría
inagotable de sandeces que contar y de proveedores de recursos en la red esperando
que utilicen sus servicios en su propio beneficio.
Los medios complacientes
A costa de no encontrar a nadie que cuente
algo decente: los que sabían ya no dicen nada y los que saben se lo reservan
porque para los que buscan entre tanta col ya es difícil encontrar alguna
lechuga y prefieren contarlo en “petit comité”; y al grito de “esto es lo que
hay”, los medios nos cuelan a cualquier iluminado de esto de la pesca a mosca
como “experto”, y los encumbran tanto que el pico de su montaña de barro no
tiene base donde sustentarse, por lo que no paran de tambalearse hasta que
alguien les da un pequeño empujón para que caigan y revienten fruto de sus
complejos y de la inseguridad que ocultan tras su fachada. Por estas tierras
ibéricas siempre hemos sido muy cainitas con los que tienen talento y también muy
contemplativos con los figurones, seguramente porque sabemos que ellos solos se
valen para darse el batacazo y mientras tanto ofrecen un buen periodo de
diversión. Tal vez sea esta una buena razón para que los que de verdad tienen algo
que decir no salgan de sus madrigueras.
Los DJ’s
Es una figura intermedia entre el medio complaciente y el palmero, tiene la capacidad de tomar la peor parte de cada uno, una pieza clave en esta partida puesto que el iluminado también se nutre de su actividad. Se dedica a recoger información y distribuirla sin ninguna compasión, pensando, claro está, que los videntes de sus entradas son deficientes y no son capaces de encontrar las informaciones que les interesan por si solos y que por eso tiene que dirigir su selectividad; una de sus principales virtudes es la de comentar lo que distribuyen al objeto de dirigir y condicionar la opinión de su auditorio y a ser posible extraerle algún gratificante comentario que le dé caché y al mismo tiempo amortice el gasto de tiempo empleado. Una figura cada vez más célebre e imitada, ya que no hay nada como apuntarse banalmente el mérito de otros a través de los comentarios que reciben sus entradas, o la vanagloria que da que algún despistado achaque una obra de autor al recopilador. Los iluminados tienen una gran interrelación con estos personajes, tanta que alguno además de DJ pueden actuar también como cazatalentos y encargarse de lanzarle al estrellato.
Los demás
Los que todavía tenemos criterio y nos queda
algo de espíritu crítico, analítico y creativo, también tenemos parte de culpa de
que estos personajes se conviertan en referencia para muchos incautos por no hacer ni siquiera un
comentario ante tanta insuficiencia. Aunque, como alguno de los iluminados/expertos ha
mencionado orgullosamente, sus seguidores son más de una centuria y no paran de alistarse mas para engrosar su prietas filas, y esos son muchos a los que convertir.Alguno considerará que es un ejercicio agotador malgastar el tiempo limitado de nuestra existencia luchando contra tanta tontería. Yo con este artículo quiero hacer mi aportación, aunque no me haya costado mucho esfuerzo.
Fantástico.
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