Alguno considerará que es un ejercicio agotador malgastar el tiempo limitado de nuestra existencia luchando contra tanta tontería. Yo con este artículo quiero hacer mi aportación, aunque no me haya costado mucho esfuerzo.
domingo, 24 de agosto de 2014
De dónde vienen los expertos
Alguno considerará que es un ejercicio agotador malgastar el tiempo limitado de nuestra existencia luchando contra tanta tontería. Yo con este artículo quiero hacer mi aportación, aunque no me haya costado mucho esfuerzo.
domingo, 17 de agosto de 2014
La falsa modestia
Un valor en alza y muy en boga en estos tiempos, cuidado de no confundirla con la evidente y tenaz inmodestia que me caracteriza.
Inadvertidos usuarios de la figura dialéctica de concessio, que como conscientemente todos los incultivados que la usan ignoran, consiste en conceder parte de la razón al adversario en el asunto sobre el que se está discutiendo; que convertido en recurso retórico, este reconocimiento parcial de conceder parte de la razón no es más que un mecanismo que tiene por objeto intensificar la importancia del resto de aspectos en los que no se concede la razón al otro.
Si la modestia es la virtud de los que no tienen otra, la que es falsa se torna en un traje demasiado grande para el que dice practicar la primera y en realidad se dedica a practicar la segunda. De esta forma trasmuta lo que es virtud en vanidad, que es el defecto de los que no tienen otra cosa que exhibir. Un traje en el que se muestran incómodos y que desde lejos se nota que no lo saben llevar. Tan es así que esta fatiga les otorga un aspecto desaliñado y menesteroso. Los vanidosos necesitan un constante reconocimiento ya que la vanidad es un mendigo que pide con tanta insistencia como la necesidad, pero mucho más insaciable.
Algo parecido sucede cuando se quiere representar un papel que no se siente y para el que no se está preparado. No es raro que se escapen ciertos tics y amaneramientos que, una vez caída la delgada cascarilla de pintura, dejen a la vista el óxido de algunas mentalidades que nunca serán capaces de reciclarse. Personalmente creo que es mucho más noble ir de cara contra los tiempos, por aquí sabemos mucho de este tipo de quijotes: “son los demás los que están locos”.
El que ha nacido para matar peces, seguirá matándolos o dejará de pescar. Eso sí, antes removerá todo el lodo que pueda para evitar que se vea claro el fondo, alguno habrá al que engañe. El que sea capaz de evitar la muerte del pez habrá demostrado que no es la vanidad la que manda en su devenir.
martes, 12 de agosto de 2014
Los conos, los bichos del río, o las voluptuosidades de las mentes circulares
Fig .1. Evans-Pritchard y los Nuer de occipucios rectos y las voluptuosidades de sus mentes circulares. |
Próximamente continuaremos con la serie de entradas divulgativas en nuestro blog. Se trata de un nuevo hallazgo que nos acerca al eslabón perdido. Esta vez hablaremos del reciente descubrimiento de los profesores Fhetrhüer St. Y ButhürttenhWissehel del “Homo Alcarreñus”.
lunes, 11 de agosto de 2014
Aprendiendo a pescar
En mis pensamientos siempre esquivé el engaño, la mosca, la moruca y la cucharilla; pero esta vez el cebo de retorno coloqué. Sedales durmientes en el río de la ignorancia y el orgullo herido. Como acto de fe; al aire arrojé una camisa de fuerza. Sorpresa llevé cuando vi que de hostias se están dando por ella. Amigo petulante, aprendí a pescar peces tontos.
sábado, 2 de agosto de 2014
La esencia del mosquero vocacional
Antes que veamos lo que nos rodea somos ya un haz original de apetitos, de afanes y de ilusiones, Venimos al mundo dotados de un sistema de preferencias y desdenes, más o menos coincidentes con el prójimo, que cada cual lleva dentro de sí armado y presto a disparar en pro o en contra de cada cosa como una batería de simpatías y repulsiones. El corazón, máquina incansable de preferir y desdeñar, es el soporte de nuestra personalidad.
No hay una línea divisoria clara entre una imagen científica y una imagen mágica de la pesca. Consideramos magia aquello que todavía no hemos conocido, cuando se alcanza conocimiento científico se descubre que aquella magia no es más que conocimiento vulgar. La pesca es una actividad práctica que transforma la naturaleza al insertarse en el juego de sus leyes mediante recursos técnicos. Es un interés que busca la clave escondida de la naturaleza y que está latiendo, y representa la capacidad del pescador de destacar su impronta en la naturaleza, dominio de la naturaleza, se convierte en algo expósito.
El que desea la riqueza como pescador no ha esperado para desearla ver las capturas de otro pescador, sino que solo la buscará dondequiera que se hallen. En cambio, el temperamento artista, el del pescador de preferencias estéticas atravesará esas mismas situaciones ciego para su lado resultadista y prestará atención, o mejor dicho, buscará por anticipado lo que en ellas resida de gracia y de belleza.
Hay que invertir la creencia tradicional. No deseamos ser pescadores con sedal pesado porque lo hayamos visto antes, sino al revés: porque ya en nuestro fondo preferíamos serlo, los verdaderos pescadores las vamos buscando con nuestros sentidos por el mundo. De los ruidos que en cada instante llegan a nosotros y materialmente podríamos oír, solo oímos, en efecto, aquellos a que atendemos; es decir, aquellos que favorecemos con el subrayado de nuestra atención, y como no se puede atender una cosa sin desatender otras, al escuchar un son que nos interesa desoímos enérgicamente todos los demás. Todo ver es un mirar, todo oír es a la postre un escuchar, todo vivir un incesante, original preferir y desdeñar.