Nominado comúnmente en algunos ambientes
científicos como Cansino de río, es una especie con un reducido
número de ejemplares pero de amplia distribución por toda la geografía fluvial
hispánica, poco visibles en su hábitat natural es uno de los reptiles más comunes en las
redes sociales. Caracterizado por el exceso de material que porta y por su estilizada
indumentaria, es presuntuoso y pretencioso a la hora de marcar tendencia, abusa del consumo de metariales porque los consigue sin pagar, lo
que se viene llamando tirar con pólvora del rey.
Es un animal con un
marcado aspecto parásito/simbiótico en su relación con el resto de especies (To Prieto et al 2008, "Estudio etológico y distribución de las especies dañinas"), en
su devenir existencial contacta en una primera fase con otro individuo o grupo
de individuos de otras especies al objeto de obtener cualquier tipo de material
de pesca por la patilla, con el tiempo ambos individuos pueden llegar a una
relación de simbiosis mutualista ya que el hospedador encontraría ventajas en
las características y especialidades del hospedado. Estas ventajas se
traducen en una publicidad extenuante y sistemática que muestra en las redes
sociales a través de imágenes -en las que se ven explícitamente los logotipos
de las marcas- de equipos de pesca y de textos en los que alaba de forma
desmedida las marcas comerciales del hospedador simbionte y los logros conseguidos con ellas. Como resultado de
esta relación algunas especies mermadas, como algunos peces pasto y ciertas variedades
de Palmero de río, piensan que con sus maravillosos equipos podrán emular sus supuestas
y (en la mayor parte de los casos) artificiales hazañas piscatorias.
Ante el aumento
incontrolado de distribuidores intermediarios, que con un más que paupérrimo
porcentaje de ganancias en la venta de materiales intentan ganarse un apoyo
para su sustento, los métodos de venta e introducción en los mercados son cada
vez más sofisticados y a veces pasan inadvertidos. Las redes sociales son un
mercado inmenso en el que no hay límites para el comercio ni para sus
estratagemas, para triunfar sólo hay que tener los pocos escrúpulos de querer
vender sin que lo parezca y sin que el rubor invada sus mejillas de oportunista
encontradizo. De esta forma, especies superiores en el escalafón comercial, como
el Señor Cangrejo de río (Avarus avara,
que trataré en otra entrada del blog), no tienen que preocuparse nada más que
de tener bien sujeto a su simbionte parasitado haciéndole creer que es el
parasitador, miembros del equipo de investigación de la Dra. Jacinta de Lomo quedaron
perplejos al descubrir una relación tan compleja en un sistema ecológico tan
reducido (Sistema Soplapollae, II anexo
a la tercera edición 2002).
Se han detectado
comportamientos similares en otras especies como el Fantasma de río (Intellectum decrescis), la Polla de agua
(Cipota magna), el Cacho de boca
grande (Pravus circumforaneum magna
bocagei) o el Trilero de río (Caradurus
horribilis); mientras que otras especies han querido entrar de forma
autónoma en el juego comercial de la pesca con la misma o con peor suerte: El
Gordo de río (Fatfluvius morpha gordus),
El Somormujo Influencer (Megapeloto
manducatlactis), El Desmán incoherente (Uaniloquus
repugnans) o El rata de agua (Racanus
robustus). Como ha documentado uno de los equipos más punteros en antropología
social aplicada, la comercial, es una actitud muy extendida entre la fauna fluvial
ibérica ("Tratado sobre el reparto de la miseria". Raposero et al. 2013).
Debido al corto periodo
de tiempo que algunos ejemplares ejercen, Publicista encubierto de ciclo corto, y al
relevo constante de candidatos a ser parasitador parasitado, esta especie está
declarada en la Lista Roja de la UICN como “En peligro de expansión latente”.
Chapeau por esta entrada, la verdad dicha con clase...
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