domingo, 27 de diciembre de 2015

Soneto del alumno sufriente

Asaz chistera llena de recuerdos
De compañeros de andanzas de pesca
Recordando in memoriam al maestro
Con la papada hinchada y enhiesta

Pululo por los rincones del Tajo
Lloro del que no supe suficiente
Cara de bobo como un espantajo
Recorre trochas mi faz sufriente

Tanto dolor se agolpa en mi costado
Que tengo flato en el lado derecho
Pues me ha sentado mal lo guisado

Que trasegué ansioso en el almuerzo
Y aún brilla grasa de aquel bocado
Que empuja por la garganta este regüeldo:

¡¡Ay mi maestro querido!!
¡¡Ay mi maestro adorado!!
Que no hay más tonto en el mundo
Que el que pensó ser atendido
Y no fue más que despreciado.

domingo, 20 de diciembre de 2015

El hombre y el agua. Serie fauna ibérica. El Rata de agua





El rata de agua (Racanus robustus)


De morfología imprecisa esta especie suele conocerse después de compartir con él más de una jornada de pesca, en las que, si no somos profundos conocedores de la fauna ibérica, es difícil de descubrir por su comportamiento en el río.  Su característica mas determinante es que pega manga como nadie y en algunas ocasiones sus sablazos son tan sonados que traspasan fronteras. Quema rápidamente  a los que adopta como amigos (paganinis), y se suele deshacer de ellos en ciclos de dos temporadas, los que les duran más suelen pertenecer a especies a las que parasita y no han descubierto la forma deshacerse de él.

Habita gran parte de la península Ibérica excluyendo las zonas secas y desérticas, y se muestra en todo su esplendor en las zonas donde hay que hacer gasto, hábil con las excusas y escapista oportuno cuando de pagar una cuenta compartida se trata; de invitar nunca habla, no conoce esa palabra. Una particularidad compleja de su biología es que simula hibernaciones en redes sociales cuando se siente descubierto, desapareciendo durante temporadas para aparecer cuando considera que las condiciones, favorecidas por la falta de memoria,  son las adecuadas. Se le conocen migraciones oportunistas continentales y las menos veces entre continentes, casi todas a costa de algún incauto o engañado.

Si no has disfrutado nunca de la visión de un ejemplar de esta especie, observa cuando estés en los bares que frecuentan los pescadores, que es su hábitat natural. De trato amable y educado, tiende a tratar a sus acompañantes como subordinados. Es sobrado,  manipulador y parlanchín de conversaciones ostentosas en ocasiones y taciturno en otras -nunca tiene un término medio-. Cuando ya vas tostado y bajas la guardia, ten cuidado, es cuando más desarrolla sus habilidades. El etnoantropólogo de la Universidad Pontificia de Matarraña, Dr. Zacarías Raposero, describe esta especie en su tesis de doctorado “Descripción, recursos y usos antiguos de la fauna ibérica” como una de las más peligrosas para las carteras. Declarada en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN en la categoría de “preocupación menor”.

domingo, 13 de diciembre de 2015

La gran manipulación



Reviso con curiosidad el audiovisual que nos propone el amigo Ruiberriz desde su púlpito en una red social. Del resultado de su visionado se pueden extraer varias conclusiones, yo os daré gratis las mías al contrario de lo que haría un consultor o un coacher que tan buenos estipendios remuneran.  No pretendo agradecimiento por ello.
En primer lugar quiero aclarar que, aunque a alguno se lo haya parecido, el texto subtitulado no tiene nada que ver con el hablado. Me encargaré de analizar el primero y la actitud de los personajes en el lenguaje visual que lo acompaña, que no dudo que sea el mensaje que el autor ha querido comunicar. Lo haré de forma aislada extrayendo completamente esta escena de contexto del todo a la que pertenece.
La conclusión que antes salta a la vista es la buena relación que existe entre el que mandan en el cotarro y los que montan a caballo -aquí vendría pintiparado ese proverbio del cardado y la venta de la lana-, es una de las simbiosis más efectivas y útiles para manejar a los que se dejan regalar los oídos con promesas fáciles en las que no se asume otra responsabilidad que el pago de las mismas por los regalados y/o por sus bienes materiales e intangibles. Los beneficios finales están muy calculados y siempre revierten en los cerebros de la manipulación y en sus allegados más despiertos, en estas situaciones suele aperecer un avispadillo que se enseña mucho, se expone no menos y después sale trasquilado.
La siguiente es que no hay manipulación sin tontos, y en las imágenes se ve en las caras y en lo que dicen que unos cuantos lo son. Los que tienen caras de listos callan y asumen que el poder de la tontería casi es infinito. Si uno de estos espíritus ofrecidos te puede quemar un pueblo,  fijaros si se unen y colaboran muchos juntos bajo la batuta de un siniestro director. Suerte que la orquesta desafina o el director no es Barenboim.
Y ahora quiero descubrir cuál es el verdadero motor de todas estas situaciones, que no es otro que la avaricia. En esta escena se palpa en todos los personajes que intervienen, unos pretenden ganan en el respaldo de su poder, y los más terrenales en el agradecimiento con fecha de caducidad que su estomago y su ego extraigan de todo esto y, como no, en la resolución de esos sentimientos atávicos que todavía mantienen algunos con la muerte.
En estos juegos están metidos cada vez que llega la hora de decidir como manipular los peces y los ríos en cada Belén, yo en estas fechas mejor me quedo viéndolos beber, como en el villancico.

domingo, 6 de diciembre de 2015

El hombre y el agua. Serie fauna ibérica. El Gordo de río



El hombre y el agua. Serie fauna ibérica

Queridos amigos de la fauna ibérica, a través de una serie de entradas en este blog os quiero mostrar la gran biodiversidad de fauna que habita en nuestros espacios fluviales y lacustres, no en vano la Península ibérica es la que posee una mayor diversidad de especies de todo el continente europeo y es en la que podemos encontrar el mayor número de endemismos. A través de un exhaustivo trabajo de campo he realizado una identificación de las especies más importantes dentro del complejo equilibrio ecológico que mantienen los habitantes de las aguas duces. Nuestro primer capítulo está dedicado a uno los más habituales y fáciles de localizar.

El Gordo de río (Fat fluvius morpha gordus)

También conocido por cochón de río, recuerda vagamente a una figura antropomorfa pero es perfectamente reconocible desde lejos dado el tonelaje que desplaza y su oronda silueta. De amplia distribución por muchos países, se le puede observar en cursos fluviales de clima templado hasta latitudes en las que el agua se encuentra en estado líquido durante la primavera y el verano. Tiene un carácter sedentario, frecuenta siempre los mismos ríos que son su área de pesca, aunque en ocasiones se han observado migraciones en algunos ejemplares de la subespecie norte (Fat fluvius septentrionalis), siempre desde las zonas más templadas hacia las más frías; dándose el caso de largas migraciones estacionales  entre hemisferios de unos pocos ejemplares muy caracterizados.
Al margen de por su apariencia, que puede dar lugar a confusión porque no siempre coincide con alguno de los ejemplares de esta especie, se caracteriza por ser un pescador pomposo, arrogante, insolente, sobrado, rencoroso, de los que se vienen rápidamente arriba pero a la vez temeroso, inseguro y huidizo si se le planta cara en su primera embestida. Aunque nunca lo diga, porque aborrece en otros defectos que él atesora, es de aquellos que siempre han creído que el río le pertenece y que manipulan la ética y el honor como un don excluyente que solo ellos poseen, aunque para los ejemplares que se encuadran dentro de este especie, esta actitud significa llevar permanentemente el ridículo por compañía, aparte de que alguna de sus compañías también lo sean.
Según las conclusiones etológicas extraídas de sus innumerables estudios por el Dr. Türgtinger Möller, su idiosincrática badajada es un trastorno psicopatológico generado en la adolescencia y que se caracteriza por una inflamación de cuerpo límbico supracefálico a causa de las collejas que les propinaron sus compañeros de clase de forma persistente y sostenida en el tiempo. Yo por mi parte lo entiendo como el resultado empírico de la metáfora de la linde y el tonto, en la formulación clásica del etnoantropólogo de la Universidad Pontificia de Matarraña, Dr. Zacarías Raposero.
Invitamos a nuestros lectores a su detenida observación una vez localizados en el río, sobre todo en el desarrollo de sus actuaciones, también les animamos a que traten de establecer trato con alguno para tomar y tener constancia de la altura y madurez de su entretenida conversación.