sábado, 9 de diciembre de 2017

Pescando con lobos

El rizo ya está rizado, hemos llegado a un punto de imaginación en las descripciones de las jornadas de pesca que se publican en muros y blogs que ya no hay quién se las crea.

El nutrido grupo de humoristas que forman Muchachada Nui lo reflejaron perfectamente en uno de sus más memorables sketchs: Invent Man. Que se resumía en que si tienes una vida triste y monótona, lo mejor es que te inventes otra paralela, y de vidas paralelas que se hacen públicas tenemos a nuestra disposición un gran repertorio.

Por lo tanto permítanme, queridos lectores, que manosee un poco la mentalidad de todos aquéllos que se han creado un personaje en las redes sociales para que, además de por otros oscuros intereses, los demás sientan admiración por ellos. Lo haré imitando su prosaica literatura.

De nuevo regresé a las montañas de Patagonia en busca esos paraísos de pesca que ya no existen más que en la imaginación de los que todavía la usan para no engañar a los demás. Dejaba atrás el mundo de cotos intensivos en el que me labré la fama gracias a las maravillosas fotografías que …, paparruchas.

Tras aquella cebada hubo otra, las truchas parecían de gran porte por la forma de embocar las moscas que continuamente bajaban sobre la película del agua, las capturas se sucedían al mismo tiempo que mis movimientos se acompasaban con los de la cinta continua de agua de tal forma que mi cuerpo era parte del río, me sentía como si…, chorradas.

Os voy a relatar otra bonita jornada en el río tántrico, hoy he venido con mi amigo Palomero y esperamos tener un buen día de pesca, como nos tiene acostumbrados, en sus maravillosas aguas color turquesa. (…)¡Mirad la primera pintona que ha tenido a bien coger mi mosca!, ¡mirad que bonita! Mi compañero ha pescado otra un poco más arriba…, cursiladas pretenciosas.

La trascendencia de los claros (o los oscuros) en pequeños regatos (o grandes ríos), y la importancia (o la intrascendencia) de donde situar nuestra mosca en el agua (o en un árbol) depende de nuestra ubicación en el río, de la altura del sol, de cómo sople el viento, de la colocación de los peces, de la época del año, de la presión atmosférica, de la humedad relativa, de las últimas lluvias, de la temperatura del agua, de…; un dechado de precisión.

En esas estamos, cercados de osados que propagan su vacuo mensaje sin moderación y conocimiento, y aunque creíamos haber avanzado lo suficiente como para tener nuestro propio criterio, no está de más implorar a los santos del cielo para que lo mantengamos y nos libren de ellos y de sus amenazas.

Letanías de los que están en los cielos*.
•    Por los querubines: Dadnos, santos del cielo, claridad de juicio
•    Por los serafines: Dadnos, santos del cielo, rigor científico.
•    Por los tronos: Dadnos, santos del cielo, un cuerpo de doctrina.
•    Por las dominaciones: Dadnos, santos del cielo, mucho discernimiento.
•    Por las virtudes: Dadnos, santos del cielo, la capacidad de relativizar.
•    Por las potencias: Dadnos, santos del cielo, una visión global bastante aproximada.


* De la película "Amanece que no es Poco". Jose Luis Cuerda

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